ARTICULO PARA COLEGAS

IgE en Lágrima

Introducción

La determinación IgE en lágrima se utiliza para el diagnóstico de las conjuntivitis de origen alérgico, ojo seco, rinitis, entre otras patologías oftalmológicas.
El ojo y sus estructuras anexas participan de las reacciones de hipersensibilidad inmunológica del organismo. Las conjuntivitis alérgicas constituyen un grupo de inflamaciones de la superficie ocular que han mostrado un notorio incremento en los últimos años. El 25% de la población general presenta algún tipo de enfermedad alérgica y la mayoría de los pacientes alérgicos presentan manifestaciones en diversos órganos diana, siendo frecuente la afectación alérgica a nivel ocular.
El análisis de mediadores alérgicos de forma conjunta en lágrima, constituye una herramienta diagnóstica importante y complementaria con la evaluación clínica, sobretodo en aquellos casos en los que exista similitud con otras causas de conjuntivitis crónica y/o tics de parpadeo.
Se demostró que en los pacientes con conjuntivitis alérgica hay un aumento en la cantidad de IgE total en lágrimas y que estos niveles de IgE disminuyen significativamente después del tratamiento con Fumarato de Ketotifeno, un antihistaminico y estabilizador de la membrana del mastocito, el fármaco bloquea e inhibe la producción de otros mediadores inflamatorios controlando así la sintomatología.

Fisiopatología

En condiciones normales las IgE no se sintetizan localmente y provienen de la filtración de las IgE séricas a través de la barrera hemato-lagrimal. A lo largo de un proceso de conjuntivitis alérgica, el contacto con el alergeno induce la síntesis local de IgE, que se van a fijar a la base de los mastocitos (considerados la principal célula implicada en la reacción alérgica) cuyo número estará aumentado a nivel de la conjuntiva.
La reexposición al alergeno provoca una nueva síntesis de IgE.
La Ig E específica en la superficie de los mastocitos atrapa al alergeno, lo que conduce a la desgranulación de los mastocitos y la liberación de mediadores, como la histamina, responsables de los signos clínicos. Los eosinófilos y sus proteínas tóxicas (Eotaxinas) están incrementados y activados en lágrima, conjuntiva y suero de todas las enfermedades oculares alérgicas y son responsables de los daños corneales producidos en éstas patologías.
En la infancia, la alergia ocular se puede presentar en tres formas básicas: conjuntivitis estacional, conjuntivitis perenne y la forma más severa por la afectación corneal que es la queratoconjuntivitis vernal.

  • Conjuntivitis alérgica estacional (CAE) se trata de una forma poco agresiva y junto a la forma perenne representa la forma más frecuente de conjuntivitis alérgica, que alcanza más del 50% de los casos. Es una forma de conjuntivitis aguda que tiene su manifestación por brotes en relación con la época de polinización.
    El comienzo de los síntomas aparece en primavera y en ciertas áreas, en el otoño. Con frecuencia la clínica ocular se acompaña de síntomas nasales y faríngeos destacando el picor, la sensación de quemazón y la fotofobia. Puede haber secreción mucínica, quemosis conjuntival, edema palpebral y más infrecuente, afectación de la córnea. Aunque los síntomas son bilaterales, no siempre son simétricos. Este tipo de conjuntivitis no llega a amenazar la visión.
  • Conjuntivitis alérgica perenne (CAP) o crónica: conjuntivitis alérgica de más de 3 semanas de evolución. Es el resultado de una exposición antigénica poco intensa y continuada, siendo más frecuentes en medio urbano. Puede tener exacerbación estacional, generalmente por alergia al polen, pero suele tener duración anual por alergia al polvo, ácaros, hongos, pelos de animales y otros alérgenos.
  • Queratoconjuntivitis vernal es una forma de reacción alérgica ocular especifica de la infancia, remitiendo en la adolescencia, pero que cursa de forma crónica con reagudizaciones muy severas que pueden llegar a ulcerar la córnea pudiendo ésta llegar a perforarse y perder su transparencia.

La enfermedad alérgica ocular no puede ser entendida solamente como una reacción clásica de hipersensibilidad tipo I, sino como un complejo proceso en donde se involucran células y mediadores diversos.

Composición y estructura de las lágrimas

La composición bioquímica de la lágrima, es compleja, variable de unos individuos a otros y, a su vez varía en el tiempo y dependiendo de factores externos. Todos los elementos bioquímicos que componen la lágrima, son el resultado de secreciones de las diferentes glándulas que vierten su contenido en la cuenca lagrimal, pudiendo diferenciarlos en componentes de la fase lipídica, de la fase serosa y componentes de la mucina conjuntival.

  • Cantidad promedio de 7±uL
  • Proteínas: 60% albumina, 40% Inmunoglobulinas (IgA, IgG, IgE) y lisozimas
  • Iones k+, Na+ y Cl- (Concentraciones mas altas que en el plasma)
  • Glucosa 5mg/dL
  • Urea 0,04 mg/dL
  • Ph promedio 7,35
  • Isotónico: Osmolaridad 296 a 309 mosm/L
Capas:
  • Mucosa interna que mantiene la lágrima completa adherida al ojo.
  • Acuosa intermedia (la capa más gruesa) para mantener el ojo hidratado, repeler las bacterias y proteger la córnea. Constituida por un 98% de agua, en la que están disueltos electrolitos (Sodio,Potasio, Magnesio, Calcio y Bicarbonato), proteínas como las del filtrado del suero a traves de la barrera hemato-lagrimal (Albúmina, Transferrina, dos microglobulinas e Inmunoglobulinas) y las proteínas sintetizadas en la glandula lagrimal (Lisozima, Lactotransferrina y la Ig A de secreción)
  • Oleosa externa para mantener la superficie de la lágrima suave a fin de permitir que el ojo vea a través de ella y para evitar la evaporación de las otras capas.

Funciones de las lágrimas

  • 7 a 10 um, cubre el epitelio corneal y conjuntival.
  • Hacer de la cornea una superficie óptica lisa.
  • Humedecer y proteger el epitelio corneal y conjuntival.
  • Inhibir el crecimiento de microorganismos por lavado mecánico y acción antimicrobiana.
  • Proveer a la cornea nutrientes necesarios.

Muestra de lágrima

Se pueden emplear los siguientes procedimientos:

  1. Debe tomarse del fondo conjuntival externo con la ayuda de una pipeta o capilar estéril (ej: capilar para hematocrito esteril). Generalmente es suficiente con la cantidad que penetra por capilaridad.
  2. Para estimular las lágrimas se puede colocar un cristal de NaCl en la conjuntiva inferior. Este procedimiento es un poco molesto para el paciente ya que genera irritación y ardor. O bien acercando una cebolla.

Las lágrimas se recolectan en un eppendorf, se centrifugan y se trabaja con el sobrenadante.

Dosaje de IgE en cobas e801

  • Metodología: Electroquimioluminiscencia
  • Tipo/ tiempo de ensayo: sandwich / 18 minutos
  • Volumen de muestra: 200 ul
  • Sensibilidad: 0.20 UI/ml
  • Intervalo de medición: 0.20 - 2500 UI/ml
  • Valor de referencia (lágrima): hasta 0.42 UI/ml

Bibliografía

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Dra. Gabriela Aguerri
Dpto. Pre-Analitica IBC
IBC Instituto de Bioquímica Clínica